La petrolera genera sus propios ingresos, los cuales, en promedio durante los últimos cinco años, han sido de 1.78 bdp.

La pregunta importante es: ¿qué hacen ahora los encargados de destruir Pemex?

A la larga, siempre sale más barato tener soberanía energética y empresas estatales fuertes, que confiar en la mano invisible del mercado.

Los “expertos” que impulsaron la reforma de Peña Nieto hacen como que no existe ningún problema.

En 2017, el estallido social en respuesta al incremento duró más de dos meses. Hoy no hay estallido, por más que la derecha propague fake news, la realidad se impone.

El mundo parece despertar a la realidad, el futuro será nuclear.

¿Se debería apostar a solar y eólica como base de un sistema con baterías de litio de respaldo para el dunkelflaute?